Aficionados a Coleccionar. Filatelia, sellos postales, Numismática, monedas, billetes y coleccionismo.

Buscar

Ir al Contenido

Menú Principal:


Historia del correo en México-Parte 2


Durante la Guerra de Independencia, el correo jugó un papel primordial. La red postal que tenía una extensión de casi veinticinco mil kilómetros y contaba con 401 oficinas atendidas por 901 trabajadores-, tan sólo en el año de 1801, movió un millón cien mil piezas. En las valijas postales, a pie, a caballo o en carreta, viajaron por todo el territorio, de manera escrita, el sentimiento de libertad y los planes de conspiración que dieron origen al México Independiente. Tal era la fuerza comunicativa del correo que, en 1812, el virrey, don Félix María Calleja, ordenó abrir toda la correspondencia en los pueblos donde se sospechaba que vivían insurgentes, lo que motivó a los simpatizantes de la Independencia a desarrollar sus propios correos.
Al consumarse la Independencia del país el 27 de septiembre de 1821, a escasos 42 días, el 8 de noviembre, la Junta Provisional de la Regencia establece que la Dirección General de Correos, dependerá de la Secretaría de Estado y del Despacho Universal de Relaciones Interiores y Exteriores, así como de Gobernación; y especifica que el correo subsistiría con los emolumentos que obtuviera por prestar el servicio. El 11 de febrero de 1822, es nombrado, por la misma Junta Provisional de la Regencia, don José María Beltrán, como Administrador General de Correos, cargo en el que sustituye al Señor Andrés Mendívil de Amirola, quien se encontraba al frente del correo en la transición de la época colonial a la independiente.
El 8 de diciembre de 1824, durante el gobierno de don Guadalupe Victoria, se establece que la "Renta de Correos" pase a depender de la Secretaría de Hacienda, a la cual permaneció adscrita hasta 1891, año en que pasó a ser parte de la recién creada Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.
Durante 67 años el correo fue considerado importante renta del estado, debido a los ingresos que por este concepto generaba. Al dejar de considerársele como tal pasa a ser reconocido, independientemente de los ingresos que generase, como un servicio público y el organismo adquiere el rango de Dirección General a partir del primero de julio de 1901. Es importante hacer notar que en esta época, la Historia del Correo Mexicano fluctúa y sufre los altibajos del convulsionado Siglo XIX, dadas las luchas internas por el poder y las distintas guerras de intervención de que fue objeto el país.
De un día para otro, lo que era Dirección General de Correos, pasaba a ser Administración General de Correos, mediante la firma de un decreto o un comunicado; el correo cambiaba de estructura y de nombre constantemente, sin interrumpir jamás su función estratégica de prestador de servicios para la sociedad.

Durante todo este período, al igual que todos los correos del mundo, el correo mexicano crece y se enlaza a la red postal mundial, al ritmo del desarrollo de la naciente revolución industrial que plantea nuevos retos a todas las administraciones postales existentes y hace necesario actualizar de manera permanente los sistemas administrativos, operativos, así como ampliar y mejorar las rutas.

En 1840, es Rowland Hill quien encabeza toda una serie de innovaciones postales en Gran Bretaña, al establecer que el pago de la correspondencia y envíos, debería hacerlo el remitente y no el destinatario, implantando un pago único y general en cada país; derivándose como consecuencia de esto, el uso de la estampilla postal, que aparece por primera vez en Inglaterra y ostenta el perfil de la joven Reina Victoria, con valor facial de un penique, conocido en la historia como el "penny black", con el que se inicia la afición a la Filatelia, considerada hoy en día toda una disciplina que sintetiza y agrupa una serie de consideraciones artísticas, culturales y científicas, que proporcionan a la vez una visión integral de la vida, usos y costumbres de un país.

En México, dieciséis años después, en el gobierno del Presidente Ignacio Comonfort, se estableció mediante decreto del 21 de febrero de 1856, la impresión de las primeras estampillas postales, mostrando la efigie de don Miguel Hidalgo y Costilla, mismas que se pusieron en circulación el primero de agosto de ese mismo año. El diseño y grabado, realizados en una placa de cobre, técnica conocida como huecograbado, estampado sobre papel blanco unido, de diversos gruesos, son obra de don José Villegas, hábil y célebre dibujante, Jefe de la Oficina del Sello de Estampas e Impresos del Gobierno.

La estampilla original fue impresa en hojas de sesenta ejemplares, cada una en diez hileras de a seis, para recortar a mano con tijera. El busto de Hidalgo se enmarca en un óvalo orlado; en la parte superior tiene la leyenda "Correos Méjico" y al calce su valor facial: medio, uno, dos, cuatro y ocho reales. En su impresión se utilizaron tintas azules, naranja, verde, rojo y lila, respectivamente para diferenciar el precio.
Los términos timbre, sello y estampilla, se utilizan indistintamente para denominar a este pequeño trozo de papel, que adherido a la carta, valida el pago y hace llegar a todo el mundo un mensaje de buena voluntad y amistad del país que lo emite.

En México, como en la gran mayoría de los miembros de la Unión Postal Universal, se acepta por consenso el término "estampilla", que se diferencia de la denominación "timbre", de origen francés y connotación fiscal, así como la de "sello" utilizada en España y que en nuestro país corresponde más a una marca de acero o goma, que se coloca sobre la carta con la fecha de envío o recepción.
Dos cosas cambiaron para siempre el concepto de la carta: la invención del sobre en 1830 atribuida a un librero inglés de apellido Brewer y la aparición de la estampilla postal en 1840, porque a partir de esta última fecha, la historia del uso de las cartas se divide en época prefilatélica y época filatélica.
En el año de 1857, al promulgarse la primera Constitución Liberal de México, se reafirma el hecho de que el servicio de correos es y seguirá siendo una atribución del Estado y se toman las medidas necesarias para fortalecerlo y facultarlo a realizar convenios internacionales bilaterales, que facilitaran el libre tránsito de la correspondencia hacia otros países.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, al consolidarse los avances tecnológicos en materia de transportes, especialmente con el ferrocarril y los barcos de vapor, las reformas postales promovidas por Rowland Hill, cobraron mayor importancia y exigieron la atención más específica de todos los países del mundo, a los que ya no satisfacían los convenios bilaterales por las crecientes necesidades del desarrollo postal y empezaron a vislumbrar la posibilidad de crear un organismo mundial que rigiera y normara en este sentido.
Fue Heinrich Von Stephan, funcionario de la Administración Postal de la Confederación de Alemania del Norte, quien sentó las bases de un proyecto de unión postal entre las naciones civilizadas en el año de 1868. Propuso a su gobierno que se sometiera este proyecto a las deliberaciones de una Conferencia de Plenipotenciarios, la que, por invitación del Gobierno Suizo, se reunió en Berna, el 15 de septiembre de 1874, con la asistencia de 22 países.
El Congreso se clausuró con la firma del Tratado de Berna de 1874 y consagró el primer convenio colectivo que reglamentaba el servicio postal internacional y la fundación de la "Unión General de Correos". La entrada en vigor de este convenio fue fijada para el primero de julio de 1875. Tres años más tarde, ante las numerosas adhesiones producidas en torno al mismo, la "Unión General de Correos" tomó la denominación de "Unión Postal Universal" (UPU), a la cual el Correo Mexicano se adhiere el primero de abril de 1879.

Las reglas fundamentales introducidas por el Convenio de Berna de 1874, tal como figuran todavía hoy en la Constitución de la Unión Postal Universal, firmada en Viena en 1964 y en el Convenio de Seúl en 1994, son las siguientes:
1.- Formar un solo territorio postal entre todos los países miembros para el intercambio recíproco de envíos de correspondencia.
2.- Garantizar, dentro del territorio de la Unión, la libertad de tránsito.
3.- Uniformar las tasas que cobra cada país por los envíos de correspondencia destinados al conjunto del territorio de la Unión; sin embargo, debe constatarse que este principio ya no se aplica con el mismo rigor de antes, debido a la facultad que tuvieron las Administraciones de aumentar en gran medida o de reducir las tasas básicas, ya que dichas tasas pasaron a ser indicativas a partir de la entrada en vigor de las actas del Congreso de Washington en 1989.
4.- En lo que respecta a los envíos de correspondencia, suprimir la partición de las tasas entre el país expedidor y el país destinatario, conservando cada Administración, por completo, las tasas que cobra para retribuir, según las normas establecidas, a las Administraciones intermediarias que aseguran el tránsito de sus envíos. Desde el Congreso de Tokio en 1969, la UPU admitió que, las Administraciones de destino pueden exigir a las Administraciones expedidoras una remuneración a título de compensación por el correo recibido en mayor cantidad que el correo enviado.
5.- Crear un procedimiento de arbitraje para solucionar los conflictos entre Administraciones.
6.- Crear con el nombre de Oficina Internacional, una oficina central, cuyos gastos corren por cuenta de todos los países contratantes.
7.- Reunir periódicamente un Congreso de Plenipotenciarios de los países miembros para revisar las actas básicas de la Unión y debatir los problemas comunes.
En el año de 1884, durante el gobierno del General Manuel González, se publica el primer Reglamento y Manual de Organización de la Administración General de Correos, mismo que se reforma y actualiza en el año de 1901, al ser erigido el organismo a la categoría de Dirección General.
Dada la creciente importancia del Servicio de Correos, que en el año de 1900 tuvo un movimiento anual de 134, 631, 009 piezas postales y contaba con 1, 972 oficinas y un presupuesto de $ 2. 178, 593.88, se contempló la conveniencia de contar con una serie de cartas postales por estado y territorio, para facilitar la operación, así como elaborar los correspondientes itinerarios.

Fuente: Servicio Postal Mexicano - www.sepomex.gob.mx

Imprimir pagina


Articulo en PDF

Hora-Madrid-España

Principal | El Origen del Sello Postal | ¿Que es la Filatelía y para que sirve? | Historia del correo en México-Parte 1 | Historia del correo en México-Parte 2 | Historia del correo en México-Parte 3 | Decreto de 1856 | Época Antigua | Época Clásica | Época Moderna | Época Revolucionaria | Términos empleados en la Filatelia | De la estampilla al rescate de una Cultura Ecológica | Nociones de Filatelia: El Sobre de Primer Día | Nociones de Filatelia: La Tarjeta máxima | Nociones de Filatelia: El Matasello | Sellos postales sobre insectos-Acores (Portugal) | EntomoFilatelia - Corea del Sur | EntomoFilatelia - Filipinas | Emisiones 2009 en España - Ciencia | Emisiones 2009 en España - Flora y Fauna | Medallón Hidalgo de diez pesos | Timbre Provisional de Tlacotalpan | Penny Black, el primer Sello de la Historia | "One Cent" de la Guyana Británica | Temática Especies Animales | Temática Navidad | Temática Viajes Espaciales | Temática Fútbol I | Temática Fútbol II | Temática Arte Rupestre | Temática Conservemos | Temática Ciclismo | Sellos misceláneos México | Tarjetas Postales 1882 | Leyenda de un sello y su procedencia | La Numismática | ¿Qué es la Numismática? | Historia del Billete Mexicano | Los Billetes y la Historia | Historia de la Moneda Mexicana | Las monedas y la Historia | Historia de la Bandera de México en moneda | Primera emision - 5 pesos | Tercera emision - 10 pesos | Tercera emision - 100 pesos | Billetes de México | Monedas de Presidentes de Estados Unidos | Adiós a la Peseta (España) | La Historia del Reloj | Intercambio-Arte Popular Mexicano | Intercambio-México exporta Mezclilla | Descargas | Envía tus Comentarios | Enlaces | Mapa del Sitio


Regresar al contenido | Regresar al menú principal